08 octubre 2007

 

My new friend



07 octubre 2007

 

Bombas lacrimógenas otra vez...

El sábado fuimos a la embajada de Venezuela para inscribirme. Todo resultó bien allí (no había casi gente, y eso que estaban llamando para que la gente se anotara para poder votar en diciembre), lo único fue que no llevé mi permiso de residencia en Suiza, debo llevarlo en otra oportunidad.
En fin, saliendo de la embajada, Francisco, (un amigo venezolano que tiene como veinte años viviendo aquí) se ofreció a llevarnos al negocio donde se él compra la harina PAN, y como hacia un clima tan bueno, decidimos ir a pie (la embajada queda cerca del centro, por donde está la fosa de los osos).
El caso es que igual íbamos a tener que ir a pie, porque la policía cerró la calle por la que había que bajar hacia el centro. Y a medida que nos acercábamos, se nos hizo más fuerte (y claramente identificable) ese olor indescriptible pero inconfundible de las bombas lacrimógenas.
Nosotros sabíamos que había una marcha "pacífica" (como todo aquí, realmente) en contra del racismo, pero en realidad estábamos mal informados: lo que había era una marcha de la SVP (el partido populista suizo), que tiene ahorita una campaña electoral muy controversial, cuyo peso principal es alrededor de una iniciativa populista para la deportación de delincuentes de origen extranjero. Como tal, la idea suena lógica y razonable, sin embargo los afiches que acompañan a la campaña son de muy mal tono e invitan al racismo. El caso es que para la marcha habían autobuses tras autobuses de muchos cantones de Suiza (algunos bastante remotos) llenos de gente con camisas rojas con su cruz helvética. Un sector de extrema izquierda vino a sabotearles su mitin, "buscando suprimir la libertad de expresión" y la cosa terminó mal, con un enfrentamiento violento entre policías y tira piedras. Suerte que tanto Francisco(por sus viejos tiempos con el Fermín Toro) como yo en la UCV pudimos reconocer el olorcito inconfundible antes de caer en medio de la noticia.

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